26 de junio de 2008

Hoy he descubierto a Jeff Buckley



Esta mañana, R me ha regalado un disco, "grace", de Jeff Buckley. Sí, lo sé, un clásico. Pero era uno de esos discos que ves, del que oyes hablar, y que no sabes por qué no te atrae descubrir. Hace unos días, escuchaba Lastfm y pusieron una canción de Buckley. Y recuerdo que me llamó la atención y me puse a curiosear por la web -lo que sea para no trabajar-. Y realmente este chico tuvo una vida intensa. Para aquellos que no lo conozcáis, como yo, Jeffrey Scott Buckley fue un cantautor y guitarrista estadounidense. Era conocido, entre otras cosas, por su voz peculiar. Dice R que de castrati. Cuando editó su primer álbum, en 1994, Grace los críticos en seguida lo tildaron de ser uno de los artistas más prometedores de su generación. Pero como otros tantos genios de la música y del artisteo, en general, el chico murió joven, ahogado mientras nadaba en el rio Missisipi. Qué peliculero, no?


Pues he llegado a casa, he encendido el ordenador y me he dispuesto a trabajar con este señor de fondo, y la tercera canción me ha puesto la piel de gallina. Se llama The last goodbye.




Y ésta, todo un clásico. Hallelujah

23 de junio de 2008

Querer


Um lindo dia e cores vivas

Uma chuva passageira e vento forte

Um dia nublado e frio



A alegria de ver os sorrisos e os primeiros passos dos bebês

A pureza nos olhos dos que pedem, com sinceridade, o que seja

A luz no olhar da pessoa que ama sem esperar nada em troca



Energia a todos você

Paz em cada doce mente e cada sensível coraçao

Na intimidade de vocês o sorriso estará presente

Deixe-o sair, sorria, alegre-se, faça os outros sorrirem

Deite em sua cama a noite e faça uma breve oraçao em agradecimento pelo que eres.

Respire profundamente algumas vezes e durma em Paz.

Desperte pela manha, a hora que seja, e sorria para ti e reconheça que eres especial.

Tenham lindos dias de calor, chuva, luz solar, núvens cinzas, arco-iris, e sorriam, agradeçam, vocês sao divinos, puros e belos.



Es uno de los pensamientos que nos deja Cris. Hoy vuela hacia Brasil. Voltei!


20 de junio de 2008

Desayunos matutinos




El desayuno es uno de mis momentos del día preferidos.

Me arrastro de la cama a los fogones, a preparar la cafetera. Lo primero, claro. Mientras pongo las tostadas en el tostador, oigo los gorgoteos del café. Me encanta. Hubo un tiempo en que me paseaba con la cafetera por toda la casa, para que se quedara impregnado el olor a desayuno por las habitaciones. Saltan las tostadas.

El sonido del cuchillo que arrastra lento la mantequilla por el pan. Plas, plas, plas. Me gustaría poder coleccionar sonidos; meterlos en un bote de mermelada, para poder masticarlos un poquito de vez en cuando, como si fuera gominolas. Hay sonidos gustosísimos, como el de los botes de tomate casero, ¡plop!, que se abren como si estuvieran haciendo burbujas debajo del mar. El sonido del teclado del ordenador también me gusta. Picupicupicupicu. El de un vaso de agua cuando se llena, en un decrecendo, glogloglogo.... El del secador de pelo, que te medioatonta, como una pitón, con su silbido continuo, fiiiiiiiiiiiiiiiii

Pero vuelvo al café. Y a las tostadas. Inspiro.. unmhhh... expiro.


Déjeuner Du Matin
par Jacques Prevert

Il a mis le cafe
Dans la tasse

Il a mis le lait
Dans la tasse de cafe

Il a mis le sucre
Dans le cafe au lait
Avec la petit cuiller

Il a tourne

Il a bu le cafe au lait
Et il a repose la tasse
Sans me parler

Il a allume
Une cigarette

Il a fait des ronds
Avec la fumee

Il a mis les cendres
Dans les cendrier
Sans me parler
Sans me regarder

Il s'est leve

Il a mis
Son chapeau sur sa tete

Il a mis
Son manteau de pluie
Parce qu'il pleuvait
Et il est parti

Sous la pluie
Sans une parole
Sans me regarder

Et moi j'ai pris
Ma tete dans ma main

Et j'ai pleuré

Descubriendo a...

David Knitt






Mil gracias Le_freak

19 de junio de 2008

Una canción de buenos días

Me la manda S,
S de salvavidas,
S de sonrisa,
S de sol,
S de sentimiento,
S de sencillo,
S de suerte,
S de sueños
S de siblins




17 de junio de 2008

There is a light and it never goes out

Take me out tonight
Where theres music and theres people
And theyre young and alive
Driving in your car
I never never want to go home
Because I havent got one
Anymore

Take me out tonight
Because I want to see people and i
Want to see life
Driving in your car
Oh, please dont drop me home
Because its not my home, its their
Home, and Im welcome no more

And if a double-decker bus
Crashes into us
To die by your side
Is such a heavenly way to die
And if a ten-ton truck
Kills the both of us
To die by your side
Well, the pleasure - the privilege is mine

Take me out tonight
Take me anywhere, I dont care
I dont care, I dont care
And in the darkened underpass
I thought oh god, my chance has come at last
(but then a strange fear gripped me and i
Just couldnt ask)

Take me out tonight
Oh, take me anywhere, I dont care
I dont care, I dont care
Driving in your car
I never never want to go home
Because I havent got one, da ...
Oh, I havent got one

And if a double-decker bus
Crashes into us
To die by your side
Is such a heavenly way to die
And if a ten-ton truck
Kills the both of us
To die by your side
Well, the pleasure - the privilege is mine

Oh, there is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out



Qué grandes The Smiths

Hay días que son demasiado largos

Hay días que son demasiado largos.
Hay días que deberían acabar antes.
Hay días que tendrían que poderse rebobinar, hacia delante. Rápido! Vuelve atrás
Hay días que uno debiera poderse declarar en huelga. Que no me da la gana
Hay días en que mejor volver a empezar
Hay días en que mejor no volver a empezar
Hay días que comienzan bien y acaban mal
Hay días que comienzan peor y días que ni tan sólo comienzan
Hay días que acaban antes de empezar
Hay días de desilusiones
Hay días de canciones, como hoy.

Le copio a Fer el antídoto.

15 de junio de 2008

Cris


*

Esta mañana, nada más entrar, ese gurú que es Cris, mi monitor de spinning brasileño, nos dedicó una inmensa sonrisa, se dirigió a la pizarra y escribió: "No hay pruebas de amor. Sólo amor". Así es él. Y nos lo hizo leer varias veces, como si se tratara de un mantra. "No existen las pruebas de amor, la única manera de demostrar amor es amando cada día". Sabias palabras.

La clase de ayer la dedicamos a enviar buenas vibraciones a todas aquellas personas que han formado parte importante de nuestra vida y que se han bajado de nuestro tren en algún momento del pasado. Filósofo, este Cris. Y poeta. Y un poco yoguista. Y psicólogo. Y risoterapeuta.

Ésta es la última semana que viene a darnos clase. La próxima se vuelve a Brasil (cuando nos lo dice en clase, a todos se nos ponen los ojos acuosos. ChicAs y también chicOs, eh?). Nos ha contado que sólo tiene billete de ida, que no sabe lo que la vida le depara. Que quizás vuelva pronto, quizás nunca. Que sólo sabe que de momento ha visto un túnel, y al final del túnel, en la luz, había un billete hacia Brasil. No me extraña... Es un país increíble. Rebosante de alegría. Pero aquí, en Barcelona, lo vamos a echar de menos. Yo lo voy a echar mucho de menos. Y por muy extraño que os pueda parecer, hoy me gustaría dedicarle una entrada del blog a él. Porque, aunque él no lo sepa, ha sido una de las personas que más me ha ayudado este tiempo a salir del pozo.

Cris es, sin duda, una persona especial, de esas que pasan por la vida dejando huella. Es feliz. Se le nota. Y es contagioso. Es imposible no sonreírle cuando durante la clase nos regala una enorme sonrisa. O permanecer serio ante sus bromas. Se le ve bonachón, de esas personas sin maldad. De los que se levantan y le ceden el asiento a una viejecita; de los que te ayudan con la maleta en el avión. De los que tontean con el bebé de la señora de al lado y le hacen carantoñas. De los que todo el mundo les pide favores. De esos que han nacido para querer, a diestro y siniestro.

Cris tiene unos ojos enormes, verdosos, y muy juguetones. De niño chico. Una nariz aguileña, como de escultura del Partenón. Y le gusta peinarse el pelo de punta, todo para arriba. Y debe echarse toneladas de gel porque no se le mueve ni un poco en toda la clase, y ya os digo que se suda... No es muy alto, quizás algunos cm más que yo, y está superfibrado. De hecho, tiene un cuerpo precioso y una piel canela oscura, casi de cobre, muy linda, que dan ganas de tocar, fresca, de morder un poquito. Pero sobre todo Cris es dulce. Y divertido. E inteligente. Y empático. Y le gusta pasearse por entre nosotros antes de comenzar la clase, y saludarnos, y preguntarnos cómo nos va. Y darnos una palabra de ánimo. Y lo mejor de todo es que se le ve a leguas que lo hace de corazón.

Cuando aterricé hace tres meses en su clase, por casualidad, un día en que no me apetecía nadar porque tenía frío y al piscina se me hacía muy cuesta arriba. Me senté en una bici y a los dos minutos ya me di cuenta de que una sesión suya tenía un efecto exorcizante. Los malos humores se disipaban, la tristeza de atenuaba y brotaba el optimismo. Cris nos pone U2, Kansas, Alanis, Coldplay, Massive Attack, algo de hiphop, Björk, Van Morrison, The Doors, ojos de brujo y miles de buenas canciones más para hacer spinning. Le da gracias al sol por salir y acompañarnos el fin de semana; nos regala ideas, reflexiones. "no te resistas a nada". "Levántate cada día pensando que sales a cazar dinosaurios y verás que la vida no es tan cuesta arriba, todo te será más fácil". "Ámate, aprende a amarte por encima de todas las cosas". Y así, miles.

Entre canción y canción a Cris le gusta hablar con nosotros, filosofar. Y sus palabras cargadas a más no poder de buenas energías, se quedan dentro, centrifugando, pegándose a las neuronas. Y surten efecto. Y en combinación con la selección musical -espléndida- que hace son un remedio infalible para animarse. Aunque él no lo sepa, ha sido un aliciente importante para mí. Que me hacía querer salir de mi madriguera para compartir con él una hora de buen rollo. Porque Cris es buen rollo del bueno. Y me ha hecho pensar, y me ha hecho sentir bien. Y me ha hecho disfrutar. Y pensar. Y hacer deporte, claro. :)

Es una pena que Cris se vaya. Espero que en Brasil le vaya todo genial. Yo intentaré meter todas sus frases y reflexiones en una cajita, para que no se me pierdan. E ir usándolas de a poquito. Qué bien poderte cruzar alguna vez en la vida con alguien así.

Suerte Cris!

(* Cris es el del fondo, el único que está de frente, con camiseta gris. Yo también ando por aquí. Dónde está Wally?)

Colores

9 de junio de 2008

Si te vienes conmigo



Quiero un amor que cubra con teja de caños esta herida abierta.

Un amor compadre y jaranero que me abra los ojos y cierre para siempre aquella puerta.

Si te vienes conmigo.

Si te vienes conmigo pararemos a la vera del camino para ver los árboles vestirse de hojas.

Si te vienes conmigo volaremos confundidos entre jilgueros y rosas.

Quiero un amor que cubra con teja de cañón esta descubierta.

Un amor perdido y dominguero que me abra los ojos y cierre para siempre aquella puerta.

Si te vienes conmigo.

Si te vienes conmigo pararemos a la vera del camino para ver los árboles vestirse de hojas.

Si te vienes conmigo volaremos confundidos entre jilgueros y rosas.

Si te vienes conmigo

Si te vienes conmigo partiremos sin destino hacia algun lugar perdido. Seremos ácratas de bajo consumo.

Devoradores de libros de bolsillo. Literalmente. La rosca desgastada del beso de tornillo.

Instalados en un tiempo variable, por hablar, no hablaremos más.

Viviremos pletóricos en cincuenta metros cuadrados. Hipotecados. O realquilados.

O mejor, saltando, el que pudiendo quisiera, en zig-zag.

Inmoderados. O moderados. O inmoderadamente moderados.

O moderadamente inmoderados. O inmoderadamente inmoderados.



Ai primito, qué difícil todo a veces, verdad? Lo bueno de todo esto es saber que estamos..

8 de junio de 2008

¿Y a ti qué te pasa?

X: Oye, y eso... ¿cómo lo llevas?
Y: ¿El qué?
X: ¡Pues eso! (risas)
Y: (sonrojada) Ah... bueno... como siempre, creo.
X: Pero, ¿qué te pasa?
Y: (En tensión)A mí, nada.
X: (gran sonrisa) Es que... a mí me parece tan fácil... que no entiendo que tú no puedas.
Y: (angustia in crescendo) Pues mira, no sé
X: Te he traído esto. Te ayudará
Y: Yo no estoy enferma
X: ah, ¿no?
Y: No (el corazón le late con fuerza. Se levanta y se va a hacerse un café)
X: Y entonces, ¿qué te pasa?
Y: ¿Y a ti?
X: A mí nada.
X: Pues ya somos dos.

7 de junio de 2008

Lucía


Quiero tener una niña que se llame Lucía.

Lucía. Luci. Luz. Lulu. Lu-cí-a.

Quiero tener una niña que se llame Lucía, de ojos grandes y almendrados. Vivos. Chisporroteantes de alegría. De risa fácil, de gran sonrisa. Con un hoyuelo en la barbilla. Y algo loca. Y divertida.

Quiero tener una niña que se llame Lucía, con el pelo rizado, alborotado, incontrolable. Y mirarla y derretirme. Y enroscar mis dedos en sus rizos. Y admirarla, despacito. Y quererlla mucho mucho.

Quiero tener una niña que se llame Lucía y cada noche contarle un cuento. El soldadito de plomo, la bella durmiente, ricitos de oro y los tres ositos. el pirata garrapata. Inventar mil voces, mil mundos, mil historias, para que mi niña duerma y sueñe. Para que me mire con su carita infantil y caiga rendida. Y entonces yo pueda hundir mi nariz en el huequecito que queda entre su hombro y su cuello, y aspirar ese olor rico a bollito recién hecho.

Quiero tener una niña que se llame Lucía y salir a pasear. Por la playa, por la rambla, por la Ciutadella. Llevarla al campo, jugar con ella, hacer excursiones. Chapotear en el agua de la piscina los domingos por la mañana. Descubrirle el mundo y que me lo descubra ella.

Quiero tener una niña que se llame Lucía y que se acurruque en mí para que le toque el pelo, y la acaricie. Toda blanda. Delicada. Como un peluche. Mi Lucía...

Quiero tener una niña que se llame Lucía e irla a buscar al cole, con su merienda. Y verla salir ufana de clase, con los otros niños, y que nos encontremos de nuevo como si hiciera años que no nos viéramos. Besos, abrazos, achuchones. Pero ai, cómo te he echado de menos.

Quiero tener una niña que se llame Lucía, y que el fin de semana venga a mi cama, a despertarme. Que salte alegre. Y hagamos guerra de almohadas. Y que me gane. Y que se me tire encima y yo me haga la vencida. Y que me cubra a besos y yo me la coma a abrazos y carantoñas.

Quiero tener una niña que se llame Lucía.

Lucía. Luci. Luz. Lulu. Lu-cí-a.


6 de junio de 2008

Tortículis



Hace unos días me levanté con una tortícolis espantosa. Al ir a apagar el despertador, que berreaba desde hacía un rato a todo bit, me di cuenta de que apenas podía girar el cuello hacia el lado izquierdo. "¡Ai!, grité, al tiempo que un calambrazo enorme me recorría el espinazo. "¡Menudo fastidio!", me dije a mí misma, mientras me levantaba como pude. ¡Zas! Otra descarga al ir a coger las zapatillas. ¡Joder! El día se presentaba complicado.

Al girarme vi que en el colchón quedaba dibujada la silueta sólo de mi costado derecho, de que la pantufla izquierda había desaparecido en esa misteriosa quinta dimensión que habita debajo de toda cama y escritorio y engulle, como un gran agujero negro, todo lo que se le acerca. De que era incapaz de caminar derecha por mi habitación. Perdía el equilibrio, como si estuviera borracha. El suelo me atraía, tiraba de mi costado izquierdo con fuerza y me hacía zozobrar y caer, una y otra vez. Me arrambé a la pared como pude y me fui para la ducha, pensando que aquello era un desvarío matutino. Una bajada de tensión, o algún rastro de sueño que se había quedado por ahí colgado. Pero no.

Me situé frente al espejo del baño y sólo pude lavarme el lado derecho de la cara; la parte derecha de los dientes. Peinarme los rizos sólo de ese lado y ponerme uno de mis pendientes favoritos en una oreja. Al principio me parecía un incordio, pero poco a poco fue cogiéndole el gustillo a ver el mundo desde un solo ángulo. Así es que hice una prueba y me asomé al balcón. Era realmente hilarante. Vi a la gente desfilar por allí abajo, pequeñita, como si fuera siluetas de papel. Como aquellas muñecas recortables que tenía cuando niña a las que podías ir vistiendo con trajecitos de papel también recortables. ¡Qué gracia! Y los coches eran como en las películas de dibujos, de dos dimensiones. Lo mejor de todo es que podía oír sólo una parte de sus conversaciones, algunas de sus palabras, de manera que yo completaba como quería el resto de sus frases.



¡Ver la vida desde un sólo ángulo no estaba nada mal! Sobre todo si podía escoger qué lado prefería. Como cuando te haces fotos. Así es que ese día, pensé, iba a mirar sólo a un lado del mundo.

Salí a la calle y me dirigí al trabajo. Mantener el equilibrio cuando te falta la mitad de tu cuerpo, como podréis imagianr, es complicado. Era como tener que pasar de un lado a otro de la cuerda floja a toda velocidad. A veces sentía que estaba a punto de caer. En el metro, la gente comenzó a mirarme. Los niños incluso me señalaban descaradamente. "!Mira mamá! ¡A esa chica le falta la mitad del cuerpo!". "¡Pero qué dice su hijo, señora! ¿Acaso no ve que a él también?" Pero por lo visto ellas no se daban cuenta y apartaban a sus hijos de mi vista mientras me dedicaban una mirada reprobatoria.

Nada más llegar al trabajo, la productora me vio y vino corriendo hacia mí. "¡¿Pero qué te ha pasado?!", me espetó. "¿A mí? Nada. ¿Por?". "¿¡Cómo que nada?! ¿Pero si te hsa dejado la mitad del cerebro en casa!! Y tampoco traes el brazo izquiero y parece como si te hubieran arrancado medio bazo de cuajo! ¿Se puede saber qué ha pasado? Así no puedes entrar en la reunión". Sentenció. Se cruzó de brazos y me miró inquisitiva a la espera de una respuesta.

Yo no sabía qué decir. Yo tan sólo me había levantado con tortícolis aquella mañana. "!Ahhhh! Con que, ¿es eso? Tortícolis..." En ese momento, llegó N. "¡Ui! Otro igual!", dijo la productora. Y entonces lo miré y vi que le faltaba la parte derecha. "Pues para que lo sepáis, se tiene tortícolis cuando la cabeza no quiere hacer caso al corazón. La razón dice una cosa y el corazón se niega a aceptarlo e impide que la cabeza tome una decisión. Así es que... vosotros mismos". Y se fue. Tan pancha. Depués de soltar aquella sentencia un poco enigmática y liosa. N y yo nos miramos, extrañados y cómplices.

El resto del día me fue percatando de que, quizás, ver sólo el lado que quería de las cosas no estaba tan bien. Me quedaba a medias en las conversaciones y era bastante agotador tener que imaginar continuamente lo que mis compañeros estaban diciéndose. Tampoco tenía sensibilidad en la mitad de mi cuerpo. Vamos, un rollo. Por lo que al volver a casa, me senté en el sofá y me propuse que mi mitad de corazón y mitad de cerebro dialogaran. Vamos chicos, esto hay que arreglarlo. No podemos seguir así. Tras un par de horas de charla intensa, se pusieron más o menos de acuerdo. Ganó el cerebro por goleada. Al corazón, que había formado parte de un comando especial en la guerra de Irak y había sufrido varios bombardeos, que ya no le quedaban fuerzas.

Mi tortícolis cedió un poco y empecé a vislumbrar parte de mi lado izquierdo. !Ah...! Qué gusto. Esa noche al ir a dormir, vi que había recuperado casi todo el brazo izquierdo. Tan sólo faltaban agunos dedos de la mano izquierda. Me tumbé bocarriba y una sensación de alivio me invadió, mientras respiraba lentamente, profundamente, vehementemente. Pero entonces, cuando estaba en ese estado de duermevela, la tristeza volvió de nuevo. Y a medida que me iba sumiendo en el sueño, sentía a lo lejos una melodía de cante jondo.



(Para los que de vez en cuando sólo quieren ver, como yo, el lado bueno de la vida)